18 de noviembre de 2018

Curriculum: Médico Cubano

 Todo empezó con el "internacionalismo proletario". Así se han fabricado legiones de misioneros cubanos. A los primeros ni siquiera les pagaron ese 25℅ secuestrado actualmente en un " banco intermediario".Pero por todos ha cobrado el gobierno cubano, desde sus inicios.

Y de esa época es mi testimonio. Se remonta a la guerra entre Irán e Irak, cuando Saddam Hussein era socialista, amigo de Cuba y productor de muertos, heridos y mutilados a espuertas.
Para atender a esa población sangrante irakí llegaron los médicos cubanos en un acuerdo bilateral entre los dos gobiernos.

Una de mis colegas fue escogida para esa "misión internacionalista" en el país árabe. Le dieron escaso tiempo para preparar su equipaje, despedirse de familiares y amigos. Por la urgencia de la situación le entregaron en mano los documentos que debía llevar al Ministerio de Salud Pública para la formalización del trámite del cambio laboral.

Entre los documentos había uno que llamó poderosamente su atención. Se trataba de su currículum vítae. Esos papeles la nombraban como Médico Bioquímico, y todo su contenido giraba en torno a su experiencia profesional como tal. Pero mi colega se había licenciado en Farmacia en la Universidad de la Habana.

A pesar de la premura y en la carrera vertiginosa de pocas horas para trámites, equipajes y despedidas tuvo la maravillosa intuición de hacer unas copias a dichos documentos. Para entonces había que hacerlo en estudio fotográfico porque no existían las fotocopiadoras tan socorridas hoy día. Las hizo, y dejó a buen recaudo las fotos de su currículum en casa, y a Bagdad partió. Allí trabajó dos años en el Laboratorio Clínico de un hospital irakí.

De vuelta a la isla e integrada a su puesto de trabajo, y como colofón de un exitoso desempeño en misión,  le comunican que por su calificación y trabajo técnico no le corresponde el estímulo material:  un automóvil de fabricación soviética. Sólo los médicos eran acreedores de tal recompensa.

Y ardió La Habana. Literalmente ardieron los archivos de documentos de los misioneros internacionalistas en el    Ministerio de   Salud  Pública.   Destruyeron las pruebas de los documentos por los que había cobrado Cuba la labor del personal sanitario enviado a trabajar en Irak. Por suerte para mi colega las copias de su currículum existían y al final de un largo batallar, no tuvieron otra opción que entregar el Moscovitch a mi colega.

Suyo es mi testimonio....y suyas serán las conclusiones






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