El cinismo y la polarización van de la mano, y en estos momentos la máxima polarización está vibrando en Venezuela: dos parlamentos, dos presidentes, más que eso: ¡imposible!
El recochineo lo ponen todos: izquierdas y derechas.
Los muertos de hambre -y de muchas más cosas- lo pone el pueblo, como siempre.
Venezuela, un país rico en su naturaleza, pero tan pobre humanamente. Con gobernantes históricamente ocupados en saquear riquezas, pero no en su reparto y desarrollo social. Y me da igual un lado u otro, ambas partes nunca nunca nunca han logrado un mínimo de bienestar sostenido en el tiempo para la gente humilde de ese país.
Riquezas que no valen para educar, sanar y dar de comer al venezolano, son las riquezas que hacen crecer a las castas gobernantes: de izquierda y de derecha, con el cinismo al alza en parte iguales para ambos.
En mi opinión, los boliburgueses tienen el agravante de mantener el poder a base del voto del pobre. Pobreza que alimentan con promesas, consignas y agonías, estado del cual no son ellos los responsables sino los enemigos y por tanto eterna en el tiempo.
Venezuela necesita otro tipo de modelo, ni socialismo ni capitalismo.
Ninguno de los dos le ha válido al venezolano para crecer socialmente y conseguir salir del subdesarrollo. Apuesten venezolanos por El Desarrollo Sostenible y la Gestión Social, dejen a un lado la polarización y centren sus energías en conseguir un país próspero para todos, y en hacer crecer la riqueza humana a la altura de la natural.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario