18 de abril de 2009

LoS CuBaNos


El primer pecado del cubano fue su aprecio desmedido por el standard de vida y el progreso. El segundo pecado fue que antes de 1959 su moneda nacional valía más que el dólar. El tercer pecado fue hacerle la música al mundo.

Pero el peor pecado de los cubanos fue levantar una ciudad de lo que fuera un terreno pantanoso en Florida para convertirla en el puerto estadounidense hacia las Américas y un punto obligado del turismo mundial. Quien niegue este pecado a los industriosos cubanos, está divagando o es un acomplejado.
Entonces, ¿los cubanos son malos, regulares o simplemente muy buenos?
Jesucristo dio una pauta para la conducta humana cuando dijo: "Por sus obras los conoceréis". Así que ya tienen en Miami una regla para medir a los cubanos.

Yo no soy de ascendencia cubana. Tampoco creo que los cubanos lo sean, pues los verdaderos cubanos fueron los Taínos, los Siboneyes y Guanajatabeyes que poblaban la hermosa isla, pero fueron exterminados por quienes luego dieron origen al nuevo pueblo cubano.

Creo que la expresión "cubano" viene siendo como un título de nobleza. No se puede decir siquiera que cubano sea una raza. En el pueblo cubano hay de todo: blancos europeos, negros, mulatos y hasta asiáticos.

A mi entender, el cubano no es más que un proyecto genético bien concebido en un lugar llamado Cuba. Creo realmente que el cubano es distinto a todos los demás latinoamericanos. Tal vez sea su posición geográfica o su herencia euro-africana la que los hace tan especiales.

Los cubanos hablan alto, gesticulan con las manos, son prepotentes y se ríen de todo el mundo, pero también de ellos mismos y de sus desgracias. De su dolor sacan arte y de su alegría hacen verdaderas zarzuelas. El cubano no suele ser racista, pero sí es clasista. "Lo bueno que tiene Miami , es que aquí todas las aguas cogen su nivel", me dijo una vez un amigo cubano refiriéndose a las castas sociales, supuestamente eliminadas en Cuba para que la chusma se mezcle con las capas altas y educadas.. Sin embargo, el cubano liberó al negro mucho antes de que los negros estadounidenses fueran libres. En Cuba nunca se les llamó afrocubanos sino, simplemente, cubanos.

El negro de Cuba es tan cubano como el blanco o el mestizo.

No obstante, los cubanos, en especial los de Miami, son uno de los pueblos más vilipendeados en el mundo. Creo sinceramente que hay mucha envidia en esas críticas.
Molesta mucho su éxito extraordinario, sus cinco congresistas en el Congreso de EE.UU, su enorme poder económico, su influencia política, su afán de trabajo y progreso, la imposición de su idioma y sus costumbres, y mucho más.

El cubano por su ingenio y laboriosidad nunca podrá escapar a su destino.
Siempre tendrá a su lado al hermano Caín, al amigo Caín, a todas esas razas y etnias que no soportan el éxito de los demás y quieren aplastar a los triunfadores.


Yo vivía en Miami en los 60s, cuando los cubanos empezaron a llegar en grandes cantidades. No tenían nada, sólo un gran orgullo y el inmenso dolor de haber tenido que dejar a su bella isla detrás. Pronto me di cuenta de que esta gente no había llegado a Estados Unidos en busca de un plato de comida. Venían con alma de colonizadores, en busca de progreso y libertad de ideas y expresión; y conquistaron estas tierras, para luego levantar a la gran urbe cosmopolita que es el Miami de hoy.

¿Qué habría sido de la isla de Cuba si a su pueblo no le hubieran truncado la creatividad y el espíritu empresarial?

Probablemente sería la verdadera "perla de las Antillas", envidia de América Latina y de muchos pueblos más.

Los cubanos son comparables con la comunidad judía e italiana en Estados Unidos, que se levantaron triunfantes después de años de vicisitudes.

¿Qué sería de Miami si algún día se marchan los cubanos? Ningún otro pueblo lograría imprimirle tanto sabor y alegría a la ciudad de Miami. Por eso me gusta tanto la letra de la canción de la cantante cubana Marisela Verena...Nosotros los cubanos y el resto de la humanidad....... ......

Andy Bergen.
(Un orgulloso estadounidense que admira a Los Cubanos)

11 de abril de 2009

EXiLiAdO dE La ViDa


A día de hoy no sé dónde ni cómo encontrar a la novia de Miguel para explicarle que su sufrimiento por él fue inútil, vano, otra mentira más.

Saber del suicidio de Miguel me ha traído a la memoria esa historia de amor tormentosa y adolescente, coincidente conmigo por los años setenta y algo en La Habana. Los escuchaba a los dos, pero ella parecía la más afectada y frustrada. Era la historia de La Bella y la Bestia en la beca universitaria.

Otro amor imposible, no porque la novia fuera la criatura más fea del universo estudiantil, que lo era, sino porque "La Bella" deseaba desesperadamente romper sus ataduras con la sociedad, liberarse de sus desenfadadas maneras de aparentar normalidad cuando su fondo tenía otro mundo por desandar, peligrosamente marginal, y en eso llegó el Mariel.

Miguel fue otro "Marielito" más. Sus estudios superiores también habían fracasado y se lanzó al mar a la aventura de la que fue su vida de veinte y pocos años en la tierra.

Los amigos me cuentan que en seis meses Miguel apuró sus días de una manera escandalosamente trágica. El tiro de gracia al parecer fue su padre, un hombre del que siempre habló como estraño, lejano, exiliado en USA desde que su memoria sabía contar cosas. Un padre no más cercano a pesar del descuento de las 90 millas marítimas.

Puedo imaginar la inadaptación migratoria descomunal ya que el mito isleño decía "que en USA era cosa de sólo llegar y besar el santo". Incluso puedo instuir que sus hormonas fuertemente reprimidas le llevasen por el trillo del SIDA, y sin salud, sin trabajo, sin familia ni amigos, sin una novia para desquiciar, su solución haya sido altamente liberadora.

Aún así no me ha dejado indiferente el suicidio de Miguel, y el tanto nadar para morir en la orilla. En esa triste y oscura orilla de la vida cuando no sabemos cómo avanzar para adentrarnos en la profundidad de su cosmos y conocer la luminosidad, o al menos de los primeros destellos.

Es inevitable Miguel, lo tendrás que aprender.

1 de abril de 2009

EsCriBiR VeRsOS


Es un oficio del alma donde la mente actúa de intermediaria para poner el lenguaje al servicio de la sensibilidad.

Escribir versos es un estado de gracia para el cual el vocabulario cotidiano queda pobre y enrarecido, por eso brotan las rimas, las cadencias, los ritmos con palabras nuevas a velocidad a veces imposible de graficar.

Sin embargo hay poetas mayores que sí alcanzan a plasmar el vértigo de lo rutinario en sus versos, con palabras comunes y corrientes, sin refinamiento alguno, es la composición en sí, de modo general, la que nos deja su música y encanto.

Carilda Oliver Labra es cubana y poeta de lo cotidiano con mayúsculas. Estoy leyendo su biografía que editó Letras Cubanas y tengo que confesar que me ha costado avanzar en esa lectura porque leer de los cubanos en el contexto oficilista me pone a la memoria en estado de alerta ciclónica y mi ánimo en el ojo del huracán mismo.

Lecturas como esas las considero un acto de democracia íntima, y no tirar el libro a la basura mi libertad suprema en solitario.