26 de marzo de 2009

CuBaNos eN La EtErNidAD

El arcángel Gabriel va a ver al Señor y le dice:
- Tengo que hablar contigo. Hay cubanos aquí que están causando muchos problemas...

--A ver, empiézame a contar-- dice el Señor.


--Mira, se subieron en la reja de la entrada y se están meciendo sobre ella como si fuera un columpio; mi Trompeta ha desaparecido misteriosamente, aunque a cada rato la oigo sonar en la lejanía con un ritmo pegajoso, pero demasiado alborotado.

Además, tienen las túnicas salpicadas de frijoles negros y café con leche; han subido a sus perros en las carrozas celestiales, se han quitado las aureolas y andan con gorras de peloteros.

No quieren barrer las escaleras del cielo y se ponen a bailar con las escobas; el suelo de la cocina está lleno de semillas de naranja agria, salpicaduras de sofrito, pulpa de mamey y cenizas de tabaco. Y, como si fuera poco, están organizando peleas de gallos en las nubes y andan volando por ahí con una sola ala y diciendo: "¡Me la comí, asere, si muevo el ala rápidamente vuelo como un colibrí, vaya, soy la candela!

Ah, y los que puse a cantar en el coro se la pasan gritando "¡Azúca....!" y repiten un estribillo raro: "Tin, marín de dos pingué, cuca la mácara títere fue".

Tras oír pacientemente al ángel, el Señor contestó: "Los cubanos son cubanos, Gabriel, y eso no se puede remediar.. El cielo es el hogar de todos mis hijos con sus defectos y virtudes. Pero si quieres enterarte de lo que son problemas graves, llama al diablo y verás una realidad muy distinta.

Gabriel va hasta el teléfono y llama al diablo.
--Oigo-- contesta Satanás.
--Hola, soy yo Gabriel, es que quería...
--Ño, espérate un minuto, chico -- interrumpe el diablo y tira el teléfono. Al cabo de unos segundos regresa. --"Bueno, aquí estoy de nuevo, ¿qué puedo hacer por ti?

--¿Estás teniendo algún problema con los cubanos que recibiste en el infierno?-- indaga Gabriel.

--Oye, chico , espérate un minuto, ahora mismo te contesto, pero tengo que chequear algo-- dice satanás y sale corriendo.


--Perdona la demora, Gabriel. ¿Qué fue lo que me preguntaste? -- pregunta el diablo cinco minutos después.


--Que si estás teniendo problemas con los cubanos que llegaron al infierno?-- repite Gabriel.

--Pero, ¿qué caray está pasando aquí? ¡Qué ño es esto, caballero'!- - grita el diablo exasperado-- . Espera, enseguida estoy contigo.
Satanás suelta el teléfono y regresa a los 15 minutos jadeando .


--Oye Gabriel, perdona, pero no te puedo atender ahora. Imagínate que estos cubanos han apagado el fuego del infierno y están tratando de instalar un aire acondicionado.........